FELICIDAD PARA LA “ESPECIA DEL CARIBE”
Granada —conocida como la “Especia del Caribe”— es una hermosa isla de un poco más de 107 000 personas y una de las exportadoras más grandes del mundo de nuez moscada y cultivo de mazorcas. Aunque la isla tiene uno de los porcentajes más bajos de asesinato en el Caribe, es también una vía para el tráfico de drogas y tiene uno de los índices de crímenes relacionados con las drogas más altos en el área.
El Dr. Sheridan Cyrus, un dentista, nativo de Granada y que ahora vive en Canadá, quería dar de vuelta a su tierra natal. A finales del 2018, él facilitó la organización de una clínica dental y trató a unos 280 niños en necesidad. Cada niño dejó la oficina dental con suministros y el librito de El Camino a la Felicidad (TWTH).
Mientras estaba en Granada, el Dr. Cyrus y sus amigos se acercaron a la Prisión de Su Majestad, la única institución correccional del país. Después de reunirse con el Comisionado de la Prisión y el Superintendente, él recibió permiso para entregar El Camino a la Felicidad como parte de su programa de rehabilitación existente. El programa le enseña a los reclusos destrezas vocacionales valiosas y para la vida, dándoles herramientas que necesitan para ser empleados una vez que sean liberados. Mientras que el 80 % de los reclusos no regresan a prisión, los directores querían abordar el 20 % de los que habían reincidido y fueron enviados de vuelta a la prisión.
“La persona que dirigía el programa me dijo que descubrió la razón de que el 20 % regresaba”, dice el Dr. Cyrus. “Se dio cuenta de que no había implementado ningún programa de ética para ellos. Él estaba enseñando a leer y a escribir, y les capacitaba en las destrezas laborales como la carpintería, fontanería, electricidad, agricultura, etc., pero no les estaba enseñando nada que mejoraría su ética personal. Así que vio que los que habían reincidido se habían convertido en ‘criminales bien educados’ mientras estaban en prisión”, dijo el Dr. Cyrus. El Camino a la Felicidad fue el programa correcto para llenar ese vacío, y se convirtió en una parte integral del programa de rehabilitación.
Luego, ellos le entregaron a los oficiales en la prisión, alrededor de 90 en total. Además, para ayudar al staff de la prisión a aplicar el Precepto 17 de El Camino a la Felicidad: “Sé Competente”, el Dr. Cyrus trajo a la prisión dos oficiales de correccionales de Ontario, Canadá, que llevaron a cabo capacitación especializada con el staff de la prisión, lo que mejoró enormemente sus destrezas en el cuidado y la administración de sus reclusos.
Tras el éxito del programa de El Camino a la Felicidad en la prisión, el Comisionado de la Policía aprendió acerca de la campaña de El Camino a la Felicidad y solicitó entrenamiento para sus propios oficiales.
Tras el éxito del programa de El Camino a la Felicidad en la prisión, el Comisionado de la Policía aprendió acerca de la campaña de El Camino a la Felicidad y solicitó entrenamiento para sus propios oficiales.
El Dr. Cyrus explicó: “Granada intercepta más drogas que cualquier otra isla del Caribe. Así que su preocupación es que él quiere mantener honestos a sus policías. Con esa cantidad de drogas pasando a través de la isla, él se tiene que asegurar que la integridad de la policía, no solo se mantiene intacta sino que también se fortalece”.
El Dr. Cyrus y su equipo, por lo tanto, les entregaron primero a los oficiales superiores de la policía de la isla. Luego entregaron a la policía, inmigración, la guardia costera, los bomberos y unidades de servicios especiales para la parte sur de la isla. Luego, entrenaron a los oficiales de las regiones orientales y occidentales, llegando a oficiales en cada parte de Granada, 160 oficiales de policía en total.
El Primer Ministro de Granada felicitó al Dr. Cyrus y a su equipo por su trabajo, diciendo: “Por favor acepta mis mejores deseos por una larga y fructífera colaboración con la Prisión de Su Majestad y el Gobierno de Granada”.
RESTAURAR LA CONFIANZA Y LA HONESTIDAD
La Fundación de El Camino a la Felicidad Internacional trabaja para revertir la decadencia moral de la sociedad restableciendo la confianza y la honestidad, por medio de una amplia distribución de los 21 preceptos. Las donaciones apoyan la producción y distribución del librito de El Camino a la Felicidad y del material del plan de estudios.