12. PROTEGE Y MEJORA TU MEDIO AMBIENTE.1

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12-1. Mantén una buena apariencia.

Algunas veces no se les ocurre a ciertos individuos, ya que no tienen que pasar los días contemplándose a sí mismos, que forman parte del escenario y la apariencia de los demás. Y algunos no se dan cuenta de que otros los juzgan basándose en su apariencia.

Aunque la ropa puede ser costosa, el jabón y otros artículos para el cuidado personal no son tan difíciles de obtener. Las técnicas a veces son difíciles de encontrar, pero pueden desarrollarse.

En algunas sociedades, cuando son bárbaras o se degradan mucho, puede incluso llegar a estar de moda tener una apariencia desagradable ante el público. De hecho, esto es un síntoma de falta de respeto por uno mismo.

Uno puede desaliñarse mucho al hacer ejercicio y trabajar. Pero esto no impide asearse después. Y, por ejemplo, algunos trabajadores europeos e ingleses mantienen un buen estilo en su apariencia aún mientras trabajan. Nos damos cuenta de que algunos de los mejores atletas se ven bien a pesar de estar empapados en sudor.

Un medio ambiente desfigurado por gente desaliñada puede tener un sutil efecto deprimente en nuestro estado de ánimo.2

Anima a las personas que te rodean a verse bien, felicitándolas cuando lo hagan o ayudándoles cortésmente con sus problemas cuando no lo hagan. Esto podría aumentar su respeto por sí mismos y también mejorar su estado de ánimo.

12-2. Cuida tu propia área.

Cuando la gente tiene en desorden sus posesiones y su área, ese desorden puede afectar las tuyas.

El que las personas aparentemente no sean capaces de cuidar sus propios bienes y espacios es un síntoma de que sienten que no son aceptadas y que en realidad no poseen sus propios bienes. Cuando eran jóvenes, se les “dieron” cosas con demasiadas advertencias y condiciones añadidas, o se las quitaron sus hermanos, hermanas o padres. Y es posible que no se sintieran bienvenidas.

Las posesiones, las habitaciones, los espacios de trabajo y los vehículos de estas personas muestran que en realidad no son propiedad de nadie. Peor aun, a veces se puede observar una especie de furia contra las posesiones. Su manifestación es el vandalismo:3 la casa o el automóvil que “no tiene dueño” pronto se arruina.

Quienes construyen y tratan de dar mantenimiento a viviendas para personas de bajos recursos, a menudo se desalientan por la rapidez con que se arruinan. Los pobres, por definición, poseen poco o nada, y al ser acosados de diversas maneras, también empezarán a sentir que no son aceptados.

Pero la gente que no cuida sus posesiones y espacios, sea rica o pobre y sin importar por qué razón lo haga, puede causar desorden en quienes la rodean. Estoy seguro que puedes recordar ejemplos de esto.

Pregunta a esas personas qué es lo que realmente poseen en la vida y pregúntales si en verdad se les acepta en el lugar donde están, y recibirás algunas respuestas sorprendentes. Y también les ayudarás muchísimo.

El arte de organizar posesiones y espacios puede enseñarse. Quizá sea una idea nueva para alguien que cuando se toma y se emplea un artículo, debería volverse a poner en el mismo lugar de manera que sea posible volverlo a encontrar: algunos individuos pasan la mitad de su tiempo sólo buscando algo. Dedicar un poco de tiempo a organizarse puede compensarse por una mayor rapidez en el trabajo: no es la pérdida de tiempo que algunos creen.

Para proteger tus posesiones y espacios, haz que otros cuiden los suyos.

12-3. Ayuda a cuidar el planeta.

La idea de que compartimos el planeta y que uno puede y debe ayudar a cuidarlo, puede parecer muy grande y, para algunas personas, estar muy por encima de la realidad. Pero en la actualidad, lo que sucede en el otro lado del mundo, aunque sea tan lejos, puede ser causa de lo que sucede en tu propio hogar.

Descubrimientos recientes, realizados mediante sondas espaciales a Venus, muestran que nuestro mundo podría deteriorarse hasta un punto en que ya no pueda sustentar la vida, y esto podría suceder durante nuestra vida.

Si se talan demasiados bosques, se contaminan demasiados ríos y mares, si se ensucia la atmósfera, ese será nuestro fin. La temperatura de la superficie puede llegar a ser demasiado alta, la lluvia puede convertirse en ácido sulfúrico. Todos los seres vivos podrían morir.

Podríamos preguntarnos: “Aunque eso fuera verdad, ¿qué podría yo hacer al respecto?” Bueno, aunque sólo mostráramos desacuerdo cuando la gente hace algo que dañe al planeta, estaríamos haciendo algo al respecto. Aunque sólo tuviéramos la opinión de que simplemente no es bueno arruinar el planeta y expresáramos esa opinión, estaríamos haciendo algo.

El cuidado del planeta empieza en el jardín de nuestra casa. De allí se extiende a la zona por la que pasamos para llegar a la escuela o al trabajo. Abarca los lugares a los que vamos a comer en el campo o en vacaciones. La basura que ensucia el terreno y el agua, el incremento de matorrales muertos que provocan incendios son situaciones con las que no debemos contribuir. Por otra parte, en nuestros ratos libres podríamos hacer algo para evitarlas. Plantar un árbol puede parecer poco importante, pero es algo.

En algunos países, la gente de edad avanzada, los desempleados no sólo se sientan por ahí a desmoralizarse: se les emplea para cuidar jardines, parques y bosques; para recoger basura y añadir algo de belleza al mundo. No faltan recursos para cuidar el planeta. Por lo general se ignoran. Fue evidente que el Cuerpo Civil para la Conservación (C. C. C.) que se organizó en Estados Unidos en la década de 1930 para absorber las energías de los oficiales desempleados y de los jóvenes, fue uno de los pocos proyectos, si no el único en esa época de depresión, que creó mucha más riqueza para el estado de lo que se gastó en él. Reforestó grandes zonas y llevó a cabo otros proyectos valiosos que cuidaron esa parte del planeta que corresponde a los Estados Unidos. Vemos que el C. C. C. ya no existe. Podemos hacer algo tan simple como añadir nuestra opinión de que ese tipo de proyectos son valiosos, y apoyar a los líderes de opinión y a las organizaciones que trabajan para mejorar el medio ambiente.

No carecemos de tecnología. Pero esta y su aplicación cuestan dinero. El dinero está disponible cuando se siguen políticas económicas sensatas, políticas que no castigan a todo el mundo. Este tipo de políticas existen.

Es mucho lo que uno puede hacer para ayudar a cuidar el planeta. Empieza con la idea de que uno debe hacerlo. Progresa al sugerir a otros que deberían hacerlo.

El Hombre ha alcanzado el potencial para destruir el planeta. Se le debe impulsar para que llegue a la capacidad y a las acciones para salvarlo.

Después de todo, es sobre lo que estamos parados.

Si otros no ayudan a proteger y mejorar
el medio ambiente, el camino a la felicidad podría no tener
una superficie sobre la cual viajar.

  1. 1. protege: que impide que se dañe algo; salvaguarda.
  2. 2. estado de ánimo: la actitud mental y emocional de un individuo o grupo; sensación de bienestar, voluntad de seguir adelante; un sentido de propósito
    común.
  3. 3. vandalismo: la destrucción intencional y maliciosa de propiedad pública o
    privada, en especial de algún objeto hermoso o artístico.