14. SÉ DIGNO DE CONFIANZA.

A menos que uno pueda tener confianza en la fiabilidad de quienes le rodean, él mismo está en peligro. Cuando aquellos con quienes contamos nos decepcionan, nuestra vida puede volverse un desorden y aun nuestra supervivencia podría llegar a estar en peligro.

La confianza mutua es el material más firme para edificar las relaciones humanas. Sin ella, toda la estructura se viene abajo.

Ser digno de confianza es una cualidad muy estimada. Cuando la tenemos, se nos considera valiosos. Cuando la perdemos, la gente puede llegar a pensar que no valemos nada.

Deberíamos hacer que otras personas cercanas a nosotros exhiban esta cualidad y la adquieran. Se volverán mucho más valiosas para sí mismas y, por lo tanto, para los demás.

14-1. Cumple tu palabra una vez dada.

Cuando hacemos un compromiso, una promesa o expresamos una intención mediante un juramento, debemos cumplirlo. Si decimos que vamos a hacer algo, deberíamos cumplir. Si decimos que no lo vamos a hacer, no deberíamos hacerlo.

El respeto que tenemos por otro se basa, en gran medida, en que la persona sea capaz de cumplir su palabra o no. Por ejemplo, hasta los padres se sorprenderían al ver cuánto pierden en la opinión de sus hijos cuando no cumplen una promesa.

Confiamos y admiramos a la gente que cumple su palabra. Se considera basura a quienes no lo hacen.

Aquellos que no cumplen su palabra a menudo nunca reciben una segunda oportunidad.

Una persona que no cumple su palabra, poco tiempo después puede encontrarse embrollada y atrapada en todo tipo de “garantías” y “restricciones” y hasta se le podría impedir relacionarse normalmente con los demás. No hay un exilio personal más completo de nuestros semejantes que cuando no cumplimos con las promesas que hacemos.

Nunca deberíamos permitir que alguien prometa algo a la ligera, y deberíamos insistir en que cuando haga una promesa, la debe cumplir. Nuestra vida puede convertirse en un lío si tratamos de asociarnos con personas que no cumplen sus promesas. No es algo de poca importancia.

Se viaja por el camino a la felicidad
con mucha más facilidad
con personas en quienes podemos confiar.