Los líderes corporativos y comunitarios están de acuerdo con que El Camino a la Felicidad es un modo eficaz para restaurar la honestidad, el respeto y la competencia.

“Al cambiar la cultura empresarial, supe que podíamos abordar y parar la rotación de empleados y que los clientes más grandes ya no sentirían ni experimentarían el cambio constante de ejecutivos de cuentas y que ellos también se sentirían más estables. La iniciativa de El Camino a la Felicidad funcionó mejor de lo que esperábamos. Dentro de un año habíamos reducido nuestra rotación de personal de un 35% a un 15% y nuestro cambio de clientes de un 25% a un 10%”. —Ejecutivo de Seguros

“El Camino a la Felicidad me da herramientas poderosas y estables que puedo usar para resolver problemas reales relacionados con el personal, los vendedores y la resolución de problemas de contratos. Me facilita hacer lo correcto y tomar decisiones éticas acertadas. Es una herramienta poderosa para el mundo actual de negocios. Recomiendo fervorosamente El Camino a la Felicidad para cualquiera en los negocios y la vida en general”.—Vicepresidente de una Empresa para Tecnología Informativa, Medios de Comunicación Internacionales y Entretenimiento

“Los valores morales en este libro se equiparan con un incremento de cultura y confianza en nuestra empresa. Los empleados consideraron que las virtudes de El Camino a la Felicitad son lo que representamos y así la productividad aumentó”. —Director Ejecutivo, Asociación Financiera

“Hemos visto que el libro es una herramienta excelente para mejorar las relaciones entre el personal, las relaciones con los clientes y los valores morales dentro de la empresa. Nuestros empleados consultan el librito de El Camino a la Felicidad frecuentemente cuando enfrentan problemas que no saben cómo manejar. Estamos muy contentos con el librito y hemos empezado a entregárselos a nuestros clientes”. —Director, Centro de Nutrición

“He decidido escribirle a su Fundación para solicitar ejemplares de sus libritos, sencillamente porque he leído el librito y creo en los principios que contiene. Los veintiún preceptos son muy pertinentes a nuestro estilo de vida cotidiano y creo que muchos de nuestros huéspedes sienten lo mismo acerca de su publicación, tal y como yo lo sentí cuando la leí. Además, una analogía interesante... ¡es decir, comparar la vida a una carretera de alta velocidad y que aquellos que quieren lograr la felicidad necesitan saber donde se encuentran los bordes!”. —Coordinador del Departamento, Complejo Hotelero

“El participar en el programa de El Camino a la Felicidad ha sido muy gratificante. Me encantó escuchar las respuestas favorables de mis pacientes. Animo a todos los que consideren participar en el programa de El Camino a la Felicidad que lo hagan. Cuantas más personas tengan el librito a su disposición, mejor será nuestra sociedad”. —Dentista

“Esta es una obra no religiosa y puede entrar en las escuelas, se le puede dar a la gente y puede proporcionar un estándar de moralidad que falta en la sociedad de hoy”. —Entrenador de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA)

“El Camino a la Felicidad no compromete las creencias religiosas existentes de una persona ni su estado social. En un sentido, es omnipresente, sea la persona un musulmán o hindú, incluso un no creyente, le puede dar un mensaje relacionado con sus propias circunstancias”. —Primer Ministro (Jubilado), Guyana, Sudamérica